Nota aclaratoria: este documento se redactó teniendo en cuenta lo planteado en la Nueva Gramática de la Lengua Española, versión 2010, la cual recomienda el empleo genérico del masculino, cuando se hace referencia tanto a hombres como a mujeres.
Desde que tengo uso de razón nunca había escuchado de las nuevas generaciones de niños y las generaciones en los adolescentes y adultos. En mi vida de niño, los niños eran niños, y no había connotaciones que permitieran diferenciación según las edades. Ahora, al haberme inmerso en este mundo de la Neuroeducación, sale a relucir que los niños de hoy en día ya no son como las generaciones anteriores, las respuestas que dan, la manera de expresar ideas, las reflexiones, han dejado a los adultos “con la boca abierta”, o sea perplejos. Según el doctor Richard Boylan, aduce que:
En los últimos años se ha evidenciado una cambio dramático en un número cada vez mayor, de niños y jóvenes que son más brillantes tanto física como mentalmente, pero de una manera menos convencional. Estos niños y jóvenes resuelven los problemas a su manera, para sorpresa de quienes los observan. Son más espirituales que religiosos y huyen de la violencia a toda costa. Se muestran más compasivos con el sufrimiento ajeno y sienten fascinación por el espacio y la vida fuera de su entorno. Para ellos es muy natural pensar en el mundo, como su familia y su casa.
Lo anterior lo he vivenciado con mi nieta de seis años, ella se preocupa por la contaminación del planeta, practica en su casa el reciclaje, en días pasados se encontró un pajarito y lo cuidó y alimentó hasta el momento que tuvieron que llevarlo a otra casa porque su perrita, le dio depresión. Estas actitudes me dejan con el sentir de que nuestros niños son los que de una u otra manera, podrán cambiar el mundo y volverlo más armónico para el vivir. Ya no es pertinente decir que ellos, son débiles e infantiles, por el contrario, nos encontramos con una generación de infantes que sean índigos, cristales, arcoíris o diamante, son audaces, arriesgados, creativos, pero necesita de los adultos con una mirada de amor y comprensión.
Ahora bien, pasamos al campo de los adolescentes, hasta el año 2004 a través de un Stand-Up comedy del colombiano Andrés López, titulado “La pelota de letras”, me enteré de que pertenezco a una generación; en esta obra, él realizó un análisis socio antropológico de seis generaciones en Colombia (W, guayaba, X, Y, Z, AA), yo pensé que estaba en la generación X, sin embargo, ahora parece ser que soy de la generación Baby Boomers. Pero como el tema no soy yo, paso a hablar de los jóvenes, teniendo en cuenta a los que están en mis aulas y más o menos son del año 2007, infiero que pertenecen a la generación Z, la cual se caracteriza por ser arraigados en lo concerniente a la tecnología y por ello es común decir que “vienen con un chip integrado” pero realmente, a raíz de la pandemia en la que nos hemos evocado a realizar una presencialidad remota, estoy dudando de estas capacidades, me atrevería a decir que son la generación de las redes sociales, porque en lo relacionado al gusto por las clases en línea o los tutoriales, no son muy bienvenidas. Sinceramente, pienso que estamos frente a una generación perezosa, desean hacer las actividades con el mínimo esfuerzo, no los veo proyectándose en un futuro o trazando un proyecto de vida, viven el aquí y el ahora, por lo demás, “no pierden el tiempo”. Ahondando un poco más en esta generación, encontré que se caracteriza por ser una generación muy emprendedora y un porcentaje de ellos cree que no necesariamente debe estudiar para llegar al éxito profesional, infiero que de ahí la actitud de ellos frente a los encuentro virtuales.
Finalmente, cómo ésta, vendrán nuevas generaciones (Alfa) cada vez más similares y diferentes entre sí, con diversos enfoques y tendremos que entenderlos como educadores, además porque la tecnología seguirá avanzando y estas próximas generaciones no dejarán de sorprendernos.
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